El «diente» conduce, el «Toto» ejecuta…(la inseguridad)

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Hace 10 días que el futbolista Fernando Cáceres lucha por mantener su vida luego de ser baleado en «una calle del conurbano bonaerense» en una madrugada de domingo. cuando volvía de «arreglar» su vida sentimental y dos autos con adolescentes lo interceptan y a quemarropa le disparan….

Supuestamente la banda era conducida por «el diente» de 13 años de edad y el disparo ejecutado por «el Toto» de 15 años, en esa madrugada crujió nuevamente entre nosotros la inseguridad cotidiana en la Argentina y el hecho cobró magnitud por la celebridad de Fernando, a la sazón de 40 años de edad.

Le he dado muchas vueltas al tema en mi cabeza y lo primero que me surge es esta idea…«Cada uno de nosotros nacemos en una familia que puede ser pobre, rica, mediana…unida, desunida, estable o inestable…con trabajo o sin trabajo…pequeña o grande, con mucha, poca o mediana cultura…procurando llevar una vida digna, sin zozobras y tratando de progresar» …esto en general, pero a cada uno le va distinto que al otro…la feria no es igual para todos»…Fernando Cáceres de familia numerosa y humilde se abrió camino en la vida con sus habilidades deportivas y por eso viajaba en «un auto caro», el que pretendían «Toto, el diente y compañía» desde la marginalidad de su existencias personales y familiares, para hacerse de dinero y «vivir» en la dura ley de la calle.

Lo segundo que me surge es… «Cuando se instala la pobreza se achican los márgenes de la vida digna y la falta del trabajo decente lleva a la marginalidad, la marginalidad a veces deviene en delincuencia, la delincuencia en los jóvenes es acompañada de la drogadicción y el delito ocurre bajo estas circunstancias, y un robo se convierte en muerte, y el círculo pobreza-marginalidad-delincuencia-drogadicción necesita ser ejecutado por jóvenes para convertirse en inpune, la inimputabilidad es el requisito para que el círculo sobreviva y se reitere»

En la madrugada de ese domingo, «el diente y Toto» podrían haber hecho suyas una frase del Padrino…«No es nada personal, es un asunto de negocios, Fernando» y aquí me surge la tercera idea…«quiénes están detrás de este negocio que utiliza adolescentes para matar, quiénes son esos adultos, qué poderes se benefician, quiénes protegen y usan a otros para robar y matar, qué responsabilidad tiene el poder político y la justicia en este círculo «del robo seguido de muerte»

Después de darle vueltas a estas tres ideas, me surge una firme convicción clintoniana…«No es la inseguridad, es la pobreza, estúpidos !!!» de no mediar ésta, por ahí «el Toto y el diente» se hubieran acercado a Fernando para pedirle un autógrafo y no para dispararle a mansalva…la pobreza devenida en delincuencia, lo impidió.