Ayer Bill Gates, el padre de la informática actual, anunció el comienzo «de la segunda década digital» que estará más enfocada a «conectar a las personas» y hasta nuestro Jorge Luis Borges, también ayer, fue mentado como el precursor de Internet, ya en 1941, cuando habló de la Biblioteca Total, y en consonancia con ambos todos los paradores de las playas argentinas se están poblando de conexiones inalámbricas a Internet y a las notebooks de los veraneantes, marcando la necesidad de «estar conectados»
Estar de vacaciones es básicamente un «desenchufe» de las cotideaneidades de nuestras vidas a lo largo del año que acaba de terminar y sus estresamientos, pero pareciera que comienza a ser más estresante, no estar conectado a lo que sucede mientras estamos de veraneo, lo que señala que el siglo XXI es evidentemente el siglo de la Información y la Comunicación que apunta a la concreción de una sociedad de la Información y el Conocimiento.
El tema pasa a ser, cuál es la información y cuál el conocimiento del que hablamos, puesto que para todos no es el mismo y aquí empieza a pesar la democratización o no del acceso a Internet, la brecha digital entre las clases sociales, es todavía un fuerte factor de discriminación social al poder acceder algunos y la mayoría estar imposibilitados, una foto como la de arriba es elocuente para graficar lo dicho, capishe caro amici.
Todo esto convierte el tema en un asunto de política, donde el estado argentino debe terciar con una política de estado que auspicie y concrete la democratización de internet y la reducción de la brecha digital, por que de lo contrario cómo nos vamos a enterar de lo que pasa con el romance entre Sarkosy y Carla Bruni en sus románticas etapas por Asia y Africa….
Estimada Cristina, volviste…sería lindo que el «estar conectados» fuese un tema de agenda presidencial por encima de las «lamparitas de bajo consumo»
la política al poder 