Por fin, «una buena idea» acaba de alumbrar en la Presidencia de la Estimada Cristina…Convocar a la Argentina a todos nuestros embajadores (casi 100) entre el 9 y el 11 de marzo, con la excusa de un seminario: «El rol de la cancillería en el desarrollo de nuevos mercados para la producción argentina», para «bajarles línea» y que laburen.
Siempre me llamó la atención, en las embajadas argentinas que he conocido, la ausencia de una visión económica del rol de embajadores, en nuestras misiones diplomáticas permanentes, los he visto preocupados por los chismes políticos del país donde prestan funciones y de la asistencia a eventos sociales y culturales, una especie de «turistas de lujo» a buen sueldo (no todos, pero esa es la imagen, queridos diplomáticos argentinos)…cuando el rol debiera ser político, económico y científico-cultural.
Esta reunión convocada que la cancillería llama «sin precedentes», con la que el gobierno titula algo que tendría que ser habitual, dándole ampulosidad a cosas de sentido común, es el abc de la política exterior de cualquier país normal, es tener una conducta criteriosa en la conducción de un pais.
Como criterioso sería que la Presidenta se reuna habitualmente con el conjunto de los gobernadores provinciales, para delinear la política interior y el desarrollo productivo del país y cortarla con las políticas de vuelo bajo…tales como el canje de heladeras y la genial subasta de calefones, termotanques y cocinas, demagogias con las que se disfraza la búsqueda de clientelismo político.
Una amiga española, gallegoland, aporta cotidianamente, desde su blog, Pensando en voz alta , cuya lectura recomiendo, apuntes de todos estos vuelos bajos y lo hace con la reflexión y claridad que aporta la distancia y con el cariño por la Argentina, producto de sus años de residencia en nuestro país.
La convocatoria a los embajadores para darles, «instrucciones de manera directa y consistente» es una buena senda y tiene olor a Política de Estado, en los casi 14 meses de gobierno de Cristina, su discurso de asunción, el viaje al magreb y esta convocatoria, me parecen los elementos más rescatables de su gestión.
Gobernar es conducir, no vivir cagando a pedos con el dedo admonitorio, por lo menos ha aparecido algo de sentido común…hacer que los embajadores, trabajen…aunque sea vendiendo «calefones, termotanques y cocinas» en el exterior.
la política al poder 